21 septembre 2015
LOS PANES Y LAS PATATAS
No soy gallego, pero nadie lo diría por mi acento y mi perplejidad ante la realidad. Hay dos genes que me faltan para ser gallego: contesto de un modo brusco y sintético, y no tengo aldea. Los gallegos se expresan con circunloquios para no irritate. Los viejos terminan las conversaciones con recién conocidos disculpándose: "A perdonar si lo molesté en algo".
Publicité
Publicité
Commentaires